A muchas personas les gusta tener en casa una mascota, alguien que les haga compañía, con la que jugar y compartir tiempo valioso.
Lo cierto que algunos no se conforman con tener animales domésticos si no recurren en cambio a animales salvajes que les proporcionen los mismos cariños, pero esto puede resultar realmente peligroso.
A pesar de que los perros son descendientes de los lobos, estos tienen características muy distintas, comenzando por sus temperamentos y estilos de comer.
Los lobos son animales salvajes, que cazan a sus presas por lo cual no es lo más conveniente tenerlos en casa como si fueran animales domésticos o de compañía.
En un parque natural en Noruega llamado Polar Zoo ocurre esta hermosa e inesperada historia, en este habitan distintos tipos de depredadores, tales como osos, linces, lobos, entre otros, junto a sus presas, como renos, alces o ciervos. Sigue leyendo y conoce lo que le ocurrió a Anita dentro de este parque.
Anita la cuidadora de lobos
La protagonista de esta historia se ocupó de 4 lobos durante dos años, se convirtió en parte de sus familia además de ser su cuidadora.
Luego de estar ausente durante dos meses, es decir pasar todo este tiempo sin ver a sus amigos lobos todos tenían dudas de como fueses estos a reaccionar ¿La reconocerían?
Y lo cierto es que de inmediato la reconocen, los lobos abrazan y besan a Anita con mucho cariño, recuerdan a su familiar como su hubiesen sido ayer sus experiencias juntos, de hecho podemos notas la emoción en estos animales al reencontrarse.
Los animales salvajes olvidan su carácter de depredadores y reciben a Anita con todo la alegría posible, una escena que a mucho nos daría mucho miedo se convierte en un momento sumamente tierno y especial tanto para la joven como para todos los que la vemos.
El amor de un animal por su amo no tiene ningún tipo de límites y estos se convierten en los compañeros más fieles.
Debemos ser muy conscientes con los animales que traemos a casa, es muy cruel para ellos sacarlos de sus hábitat para traerlos a una ciudad a la que no están a acostumbrados o con costumbres distintas a las de ellos.
La historia de Anita es especial pero no debemos recrearla en casa ya que puede ser muy peligroso, recordemos que los lobos no son animales domésticos.
Ve el video del emocionante encuentro aquí.