La vida posee destinos totalmente impredecibles; hoy sabemos dónde estamos, en quién confiamos y con quienes nos rodeamos.
Pero mañana todo pudiera cambiar en un santiamén y realmente nadie tiene el don para detener eso.
Cuando tienes un compañero o compañera de vida con quién has compartido muchas cosas a lo largo de los años, tienen hijos juntos y lo más cercano a una vida feliz para mucha gente, siempre se piensa que esa persona estará con uno en las buenas y las malas. En los cambios y caminos inciertos de la vida como apoyo.
Pero lamentablemente no siempre puede ser así, a veces la gente y las circunstancias cambian y por más duro que pueda llegar a ser, todos debemos aprender a adaptarnos a eso y salir adelante.
Tal fue el lamentable caso de Riona Kelly, quién a los 37 años tuvo un accidente que transformo negativamente su vida. Sin embargo su historia no necesariamente debe terminar con un final triste.
Aprendió a mantenerse positiva en su peor momento y la recompensa fue grande gracias a sus hijos
En el 2015 la vida de Riona Kelly, residente de Halifax y madre de 5 hijos, da un giro totalmente inesperado al sufrir un horrible accidente cerebro vascular, el cual la dejó paralizada de la cintura para abajo y la afectó duramente en su físico y su vida personal.
Estuvo casada felizmente durante 14 años con el padre de sus hijos, sin embargo este decidió abandonarla y pedir su divorcio a menos de una semana luego del accidente. Lo que provocó que su salud decayera.
Al salir del hospital se enfrentó a su condición física y junto a esto, al hecho de ya no tener a su compañero después de 14 años juntos. A pesar de esto, se puso como meta superarse pero las malas noticias seguían.
Luego de 6 meses de terapias, aún no lograba moverse aunque los doctores le aseguraban que en ese tiempo se iba a recuperar.
Se llegó a sentir muy decaída y llegó a preguntarse por qué le sucedió esto a ella. Sin embargo halló fuerzas en sus hijos y su gran amiga Sarah, quién le ofreció la compañía y sustento que necesitó en este duro proceso.
Empezó terapias con barras y conoció por recomendación a Keith, un entrenador de gym, ex jugador de rugby, el cuál agarró muchaconfianza con ella y se interesó en su caso y en motivarla a seguir. Todo esto sin saber que sería el nuevo amor en su vida.
Actualmente viven juntos como familia y se apoyan en todo momento, Keith la ayudó a superar el sufrimiento y la motivó a caminar.
La otra buena noticia es que Riona puede moverse con ayuda de muletas, su recuperación ha sido progresiva y se encuentra sumamente feliz al lado de sus hijos.