A veces nuestras profesiones influyen en nuestra manera de ver la vida sin que nosotros nos demos cuenta de ello.
Nuestro carácter puede estar formado por una mezcla de elementos que, a lo largo de nuestra vida, vamos encontrando en el camino.
Ya sea por la forma que hemos sido criados en casa como por lo que aprendemos en el colegio a medida que vamos desarrollándose como personas.
Este es el caso de un abogado, cuyo corazón había llegado al punto de enamorarse perdidamente de una mujer que ya había estado casada unas 6 veces antes.
Para él eso no era importante, ya que la consideraba el verdadero amor de su vida, al punto de querer casarse con ella y convertirse en su séptimo esposo.
De esa manera, ambos llegaron a preparar la boda. Aunque en el camino hacia los preparativos tuvieron uno que otro inconveniente, siempre lograron salir airosos de ellos y continuar con su matrimonio sin mayores complicaciones.
Escogieron el lugar para la celebración, lo que se comería ese día, las invitaciones… En fin, todo. Su boda estaba preparada.
La esposa del abogado.
El matrimonio se llevó a cabo sin los mayores incidentes. Los novios se dieron el sí y la fiesta empezó.
Todos los invitados estaban contentos con la celebración y más contentos aún estaban el abogado y nueva esposa, él siendo su séptimo esposo desde luego. Formarían ahora una nueva familia y no podían estar más felices.
En la noche de bodas, tendrían su primera vez como una pareja ya que ambos habían decidido, debido a sus tradiciones, tener relaciones sexuales sólo después de la boda por lo que siendo novios jamás habían intentado estar juntos de esa forma.
Esa noche la novia le da una sorpresa al novio, ella jamás había estado con ningún hombre antes.
“Sé gentil conmigo, es mi primera vez.” Fueron las palabras de ella, a lo que él perplejo, le pegrunta, “¿Cómo es posible que sea tu primera vez si has estado casada 6 veces?”. A lo que ella procede a explicarle:
“Te lo voy a explicar de la manera más sencilla que puedo. Mi primer esposo fue un psiquiatra, y sólo le interesaba hablar de las relaciones. El segundo, como era un ginecólogo, quería pasarse el tiempo examinando el área.
Con respecto al tercero, coleccionaba estampillas, por lo que solo quería lamer todo el tiempo. Mi cuarto esposo era gerente de ventas, por lo que solo decía que tenía el producto, pero no sabía cómo utilizarlo.
Mi quinto hombre era un funcionario público; decía comprenderse perfectamente, sin embargo no estaba seguro de que yo fuera una competencia para él. Al final, me casé un técnico en electrónica, lo que no me esperaba es que este pensara que si estaba funcionando la cosa, era mejor no tocarla para que no se dañase.
Allí fue cuando tomé la decisión de casarme con un abogado, sabía que ese si me iba a joder como era debido”.
UN ABOGADO CONTRAJO MATRIMONIO CON UNA MUJER QUE YA SE HABÍA CASADO 6 VECES, LO QUE ELLA LE DIJO…