Cuando somos padres tenemos una gran cantidad de responsabilidades, obviamente las cuestiones laborales o del hogar son una de las más importante.
Pero sin lugar a dudas la que se lleva el primer lugar es la crianza de nuestros hijos, un proceso que no es para nada sencillo.
Desde pequeños tenemos que enseñarles todos los valores que nos transmitieron nuestros padres.
Este es un proceso que muchas veces es complicado porque la personalidad de los niños siempre puede interferir con lo que le queremos enseñar, así que hay que tener paciencia.
Pero hay muchas enseñanzas que nos dieron a nosotros cuando niños que están de más, como lo es el obligarlos a darle un beso a familiares o amigos.
Hoy vamos a hablar un poco de ello y de las consecuencias que trae el obligarlos a darle afecto a personas que ellos no quieren.
La razón por la que no debemos obligarlos a besar a personas
A muchos nos ocurría que cuando éramos niños, nuestros padres siempre nos obligaban a darle un beso a nuestras tías, abuelos y hasta algunos amigos, muchas veces para quedar bien.
La cuestión es que al hacer esto, estamos exponiendo a nuestros hijos a que se sientan inseguros, algo que aprovechan las personas con malas intenciones.
A Mighty Girl es un sitio web el cual comenzó una campaña para evitar esto, ya que dice que cuando obligamos a un niño a darle un beso a alguien el cual no siente ese afecto.
Los convierte en vulnerables al acoso de pederastas, siendo inclusos personas conocidas y hasta familias los criminales.
Úrsula Wagner, una especialista en el estudio de la salud mental comentaba lo siguiente en la web A Mighty Girl: “Por dejarlos hacer lo que tú quieras no significa que los estas maleducando, existen otras opciones para saludar a una persona, como por ejemplo estrechar las manos o un simple abrazo”.
Cada vez que forzamos a nuestros hijos a demostrar afecto cuando no quieren, estamos criando a potenciales víctimas del acoso.
Nosotros te recomendamos que no obligues a los niños a darle afecto a alguien, solo a quien él o ella quiera dárselo, así, garantizas una buena crianza y la protección emocional de tu pequeño.
