En los países más pobres y con menos recursos es normal que la cantidad de niños huérfanos sea mayor.
Ya que los padres los abandonan o debido a las condiciones de vida estos mueren, ya que la calidad de vida no es propicia para que esta sea larga y saludable.
Es por este motivo que hay muchas organizaciones dedicadas al cuidado y la protección de los niños abandonados en esta situación.
Así como también hay orfanatos que prestan –como pueden- el servicio de resguardar a los niños hasta que alguien los adopte.
En este caso la historia tiene lugar en Uganda y el niño recién nacido y huérfano corre con la suerte de que desde el primer día una mujer que no tenía nada que ver con su familia comienza a cuidarlo y criarlo.
Esta muchacha se hace cargo del bebé y deja toda su vida por él.
Emilie Larter es una chica de Gran Bretaña, ella tenía una vida normal. Tenía 22 años y estaba terminando su carrera universitaria.
Ella quería ser maestra y conocer el mundo, por lo que quiso visitar Uganda, lugar donde conoció un orfanato que le cambió la vida.
Ene se lugar, Emilie era voluntaria y lo primero que tuvieron que hacer fue buscar a un recién nacido que había quedado huérfano.
El bebé era el séptimo hijo de la mujer que falleció y cuando Emilie y los demás voluntarios llegaron al lugar, la ceremonia ya se había terminado, pero tomaron al bebé y lo llevaron al orfanato.
Emilie se hizo cargo del bebé desde el primer día, incluso le puso nombre. Ella lo llamó “Adam”. Todo el tiempo que Emilie estuvo en el orfanato lo dedicó a cuidar a Adam, le cambiaba el pañal, lo alimentaba y se despertaba en las noches para cuidarlo.
Emilie extendió su estadía en aquel país dos meses más, pero tuvo que irse para estar en su graduación. Luego de esto volvió a Uganda para seguir cuidando de Adam, pero la falta de dinero le estaba complicando la estadía, por lo que cinco meses después se tuvo que devolver a Gran Bretaña.
Emilie estaba muy encariñada con Adam, por lo que se dedicó todo un año a ahorrar en Gran Bretaña y luego se mudó definitivamente a Uganda.
En esta ocasión consiguió un trabajo como maestra, pero las condiciones no eran las mejores y poco después fue despedida por recorte de personal.
Emilie compartió su historia y a partir de ello comenzó a recibir donaciones. De este modo, Emilie se encuentra en proceso de adopción y ya pronto podrá ser la madre legal de Adam, aunque estos dos ya tienen un lazo de unión desde hace tiempo.
Comparte esto en tus redes.