Muchos perritos, hoy en día, se encuentran solos y vagando por la calle, sin nadie que les de amor, comida y un hogar.
Algunos de ellos les temen a las personas, porque los maltratan o simplemente no los quieren cerca de su vista. Este hecho lamentable, es una realidad, mucho de ellos simplemente mueren en las frías y oscuras calles o son maltratados por sus dueños, mientras que otros son llevados a las perreras donde acaban con su vida.
Pero no todo es negativo, ya que existen personas que se encargan de sacar a estos animales de estas difíciles situaciones para darles un hogar.
Gracias a estos refugios y a las personas que se encargan de rescatar a estos animalitos inofensivos, pueden tener una segunda oportunidad.
La mayoría de las personas prefieren muchas veces adoptar a un perro que comprar uno nuevo, ya que así están contribuyendo a que estos hermosos animales puedan tener la oportunidad de recibir todo el amor y el cariño que necesitan, brindándoles todo lo necesario para que puedan ser felices.
Esta es la historia de Nora, un pointer inglés, que tuvo una vida bastante dura y fue rescatada de sus dueños anteriores, que la maltrataban bastante, causando que esta inofensiva perrita se sintiera muy asustada y les tuviese miedo a las personas.
Aunque Nora, tenía un buen carácter, le daba mucho miedo el hecho de no reconocer a alguien, moviéndose con bastante precaución.
A pesar de todo esto, Elizabeth Spence, una mujer de Canadá, la adoptó y la única persona que pudo proporcionarle esa tranquilidad inmediata a la perrita, fue el más pequeño de la familia.
Una perrita que fue adoptado, se hizo inseparable del miembro más pequeño de la familia.
A pesar de que Nora, esta perrita de raza pointer, al ser adoptada se sintió en confianza con su dueña, pero aún seguía siendo nerviosa y asustadiza, logro una conexión increíble que le daba completamente paz y tranquilidad con el pequeño de la casa, Archie.
En el momento que se conocieron una fuerte conexión y un vínculo inmediato pudo notar la mamá de Archie, siendo desde ese momento bastante especial y volviéndose amigos inseparables.
Desde la primera vez que Elizabeth, encontró a su hijo Archie y a la perrita Nora acurrucados en la cama, corrió de inmediato a buscar su cámara y empezó a tomar fotos de estos encuentros llenos de pura ternura y amor.
Haciendo una colección de recuerdos interminables de su bebé y esta tierna perrita. Algunas de estas fotos que logró capturar Elizabeth fueron las siguientes:
Sin duda alguna, una de las historias más tiernas y conmovedoras que ha podido existir entre un perro y su dueño. Elizabeth no solo adopto a Nora, también tiene 3 perros y 3 gatos que fueron rescatados, aunque esta perrita es la que más apego siente por el pequeño Archie.
La conexión y el vínculo tan fuerte que tienen estos dos es sin duda alguna algo demasiado increíble. Todo esto gracias a Elizabeth, que pudo darle a Nora, una perrita maltratada por sus anteriores dueños, la oportunidad de ser feliz y darle un hogar lleno de amor.