Hombre holandés consigue una cámara de hace más de ochenta años y al revelar el rollo queda impresionado

La fotografía es un mundo muy impresionante y maravilloso, ya que desde hace años nos permite congelar momentos como si se tratara de pinturas.

O postales de los lugares que visitamos. Si bien, hoy en día la fotografía digital es muy avanzada, hace unos cuantos años aún usábamos rollos fotográficos en lugar de memorias para guardar las fotos.

Los rollos tenían un mecanismo peculiar para poder revelar las fotos, no era un proceso sencillo, sino que lo debía hacer un profesional, es por ello que para ver en físico las fotos que habíamos tomado teníamos que llevar estos rollos a un lugar donde hicieran este proceso.

De igual forma, los rollos se llenaban y por ello debíamos tener reemplazos o repuestos dependiendo de la cantidad de fotos que queríamos tomar.

Así bien, la fotografía antes requería más dedicación y era un proceso muy meticuloso, pero apasionante.

Este hombre consiguió un rollo en una cámara de hace más de ochenta años y esto había dentro

En este caso tenemos la historia de Martijn Van Oers, un fotógrafo holandés que se encontraba recorriendo una tienda de segunda mano cuando se topó con una cámara Zeiss Ikon 520/2 y como buen apasionado de la fotografía este quiso probar la cámara.

Para su sorpresa descubrió que dentro de la cámara había un rollo usado y su curiosidad quería averiguar qué fotos había allí registradas. Esta cámara fue creada en 1929, pero en el caso de Martijn descubrió que la que él tenía en sus manos era de 1940.

Martijn acudió con un amigo suyo que era experto en rollos fotográficos y con su ayuda armaron un pequeño laboratorio en la cocina y se dieron la tarea de revelar las fotos del rollo que tenía la Zeiss Ikon.

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Cuando por fin las fotos fueron reveladas, consiguieron que eran una serie de fotografías de mujeres en un paisaje muy bonito, además también se podía ver a un hombre que de seguro era el dueño de la cámara.

Cuando Martijn publicó las fotos en sus redes un hombre lo contactó para decirle que ese lugar era Biarritz, un pequeño pueblo francés.

Waoooo

De este modo, con toda la información y las fotografías, Martijn se propuso ir a ese sitio a recrear las fotos de la vieja cámara.

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