Esta anciana moribunda llegó a su consultorio y quedó impresionado con lo que ocurrió después

Es muy penoso ver cómo muchos ancianos pasan sus últimos años de vida sufriendo debido a sus enfermedades, estos ocupan casi el 90% del tiempo.

De su día a día en un tratamiento médico, ingiriendo pastillas, inyecciones y demás fármacos.

Por lo tanto, podríamos decir que en ese momento la persona ya deja de vivir, porque no está experimentando sus días, disfrutando, ni compartiendo con alguien querido, sino pendiente de su médico y de las dolencias que agobias su cuerpo.

Esto lo podemos ver claramente en la historia que te presentaremos acá. Esto lo compartió un médico a través de su red social Facebook.

Esta historia nos demuestra que los ancianos en este momento siguen teniendo deseos y ambiciones en lo que les queda por vivir.

Mira la impresionante historia que compartió este médico

Sin duda alguna, los médicos han visto muchas cosas, malas y buenas, durante toda su vida. Este, en este caso, tuvo que experimentar una situación bastante impactante con una señora muy mayor.

La experiencia del médico fue tan determinante para él que tuvo que relatar lo acontecido en su facebook. Mira la historia a continuación:

”Hoy ya me  han llamado de otra sección para asi tener  una consulta, esto era algo bastante rutinario, una paciente mayor con la enfermedad de cáncer que necesitaba un catéter. Tenía unos 80 años, con el cabello bien cuidado y manicura.

“Buenos días”.

“Buenos días, doctor”.

Miré aquí le traigo su informe y le dije que sus riñones no estaban en my buen estado, no puede orinar con normalidad, para eso a usted se le tiene que poner un catéter, para así poder solucionar el problema solo debe llevar dos bolsas colgadas al cuerpo.

“Disculpe, doctor, ¿eso significa que yo voy a poder tener que llevarlas todo el tiempo colgadas?”

“Sí, lamentablemente”.

Después de un largo tiempo de  silencio, ella me miró y sonrió.

”¿Yo Te puedo preguntar cómo te llamas?”

”Deplano.”

”No, yo me refiero a tu nombre de pila.”

”Marco.”

”Marco, es un nombre muy bonito. ¿Tienes unos minutos?”

”Claro.”

”Yo ya estoy muerta, ¿entiendes?”

“No, lo siento, no lo entiendo”.

“Yo fallecí hace algunos 15 años, cuando mi hijo de 33 años murió de un ataque al corazón. Yo también morí con él ese día”.

”Lo siento.”

”Yo morí ese día con él, y después de eso  morí otra vez cuando a mi me diagnosticaron cáncer, pero ahora no pretendo nada más.

Aunque, tengo algunos otros hijos y nietos ellos están bien, solo yo deseo reunirme con cada uno de mi hijo. ¿Cuál es el sentido de poder  vivir unos días más con algunas bolsas en mi cuerpo, con tanto sufrimiento y así dando tanto trabajo extra a cada uno de mis seres queridos?

Yo Quiero mantener mi dignidad. ¿También te sentirías ofendido si decido no llevarla? Estoy  muy cansada, Yo mi vida en manos de Dios. Dime la verdad ¿voy a sufrir?

No, tu no vas a sufrir, puedes hacer como quieras, pero si te dejas las dos bolsas..”

”Marco, no. Esa es  mi vida, ya yo lo he decidido, si tu realmente quieres ayudarme, quítame cada uno de estos tubos para que yo pueda irme a casa a comer helado con mi nieto.”

En aquel instante sus palabras me claramente hicieron sentir como si me hubieran arrancado el alma, como los pétalos de una flor. Olvide todo lo que es cansancio, frustración y rabia.

Incluso también olvidé todos aquellos años de estudio, todas las miles de páginas que ya  había leído y cada una de las reglas. Me sentí desnudo y muy desarmado frente a la muerte.

“Yo me di inmediatamente la vuelta y comencé a escribir en todo mi informe para que la enfermera no viera todas las lágrimas en mis ojos. Me conmovió, algo que no ocurre a menudo”.

”¿Marco, te ha conmovido?”

”Sí, un poco, disculpa”.

“No, realmente no pasa nada, es bonito, gracias. Me hace sentir cada dia mas importante. Escucha, ¿quieres hacerme un último favor? Si alguno de mis hijos te llaman o te gritan por mí, llámame para que les pide que  de inmediato paren. Escribe que estoy bien ¿de acuerdo?”

”Sí, eso haré.”

”Una cosa más”

”¡Por supuesto!”

”Eres muy especial, sé que vas a llegar muy lejos, dame un beso, como si hubieses hecho si tu fueses mi hijo ¿te parece bien?”

”¡Claro!”

”Yo voy a rezar por ti, y también por mi hijo. Espero que nos volvamos a ver”.

“Yo también, muchas gracias”.

En aquel triste momento la mujer brillaba, ella se sentía tan segura, una madre y una abuela, mostró un amor claramente único.

Definitivamente, esta es la historia de mujer me dio una de las lecciones más importante de toda  mi vida con cada unas de sus palabras, a pesar de que la muerte en parte de la vida no hay que poder sentir miedo, ni un poco angustia.

Con este tipo de cosas no se aprende solamente con estudios, puesto que además es el sufrimiento es una parte del amor, y une a veces mucho más a toda esa gente que el amor propio.

Es más que impresionante como unas simples palabras pueden ser mucho más potentes que la más moderna medicina.”

¿Qué te pareció? Es conmovedor, comparte esta historia en tus redes y cuéntanos lo que te pareció.

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