Todos estamos conscientes de lo que el paso del tiempo le hace a nuestro cuerpo. De manera interna.
Nuestros órganos envejecen y dejan de funcionar con la misma eficacia que cuando nacemos. Hasta en el mundo natural, esas cosas ocurren.
Los árboles y plantas cambian sus hojas en el otoño y para cuando llega el invierno, ya no tienen.
Así mismo, sucede con nuestro cuerpo y, en particular, con nuestra piel. El paso del tiempo afecta y se muestra considerablemente en nuestra imagen exterior.
Una de las principales señales de que envejecemos, son unos surcos profundos que aparecen en nuestra piel, llevándola a parecer una piel sin vida ni alegría. Robando esa juventud y belleza de otros tiempos.
Por eso, actualmente montones de personas gastan inmensurables cantidades de dinero en productos y cremas que prometen eliminar las arrugas.
Sin embargo, son pocos los casos en los que estos productos funcionan y, lo que es peor, sus efectos no siempre resultan permanentes por lo que se crea una terrible dependencia hacia estos productos para lograr tener la juventud deseada.
La crema milagrosa que desaparecerá tus arrugas.
Igualmente, existen personas que se someten a peligrosas cirugías plásticas para lucir más jóvenes.
Pasando por el quirófano montones de veces hasta encontrar el aspecto deseado, lo cual no solo supone un riesgo para la salud, sino que puede llegar a generar graves cuadros depresivos debido a la frustración de no tener la imagen que se quiere.
Sin embargo, esta vez te traemos una crema que te ayudará a adquirir la imagen joven que deseas sin tantas complicaciones.
Con solo unos pocos ingredientes podrás preparar, de manera fácil, una solución natural y efectiva que le dará a tu piel el aspecto que tanto deseas. Está atento a esta receta y comienza a retroceder un poco el paso del tiempo en ti.
Necesitarás:
– Una yema de huevo.
– Una cucharada de aceite de oliva.
– Una cucharada de miel.
– Dos cucharadas de vaselina farmacéutica.
Como primer paso, debes derretir la vaselina y, una vez hecho eso, colocarla en un envase con tapa.
A continuación, agregas el aceite, la miel y la yema de huevo al envase, revolviendo bien durante unos minutos. Luego, cierras nuevamente el envase y lo llevas al refrigerador. Ya estará listo para usarse.
Cuando vayas a aplicarla, debes hacerlo sobre tu piel limpia, dando masajes circulares. Dejas actuar la crema durante una media hora y luego la retiras de tu piel con la ayuda de agua tibia y algodón. Este tratamiento es recomendable hacerlo en las noches, durante una semana.
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