Cuando adoptamos una rutina es normal que todo a nuestro alrededor se vuelva parte de ella, incluso las personas que vemos pasar se pueden convertir en una constante.
Ya que si todos siguen un mismo horario es normal que nos topemos con esas personas siempre a la misma hora.
De este modo es como terminamos creando un círculo social indirecto, podemos comenzar a reconocer los rostros de las personas, pero siquiera las conocemos y de este modo, cuando una de esas personas no está más, lo podemos llegar a notar.
Esto fue lo que le pasó a este hombre que todos los días veía a la misma mujer frente a su negocio, él notaba algo curioso en ella, hasta que un día la detuvo y descubrió algo impresionante.
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Todos los días la veía, hasta que un día todo cambió, no creerá lo que sucedió
El hombre es cuestión de esta historia se llama Richard Newberry y es dueño de un taller de automóviles, este hombre se sentaba en frente de su negocio y todos los días veía a una mujer pasar.
Richard notaba que la mujer no estaba muy alegre siempre que pasaba por su negocio, pero un día la notó peor de lo normal, lucía muy triste e incluso tenía la cara llena de lágrimas, por lo que el hombre se acercó a hablar con ella.
Resulta que la mujer trabajaba como conserje en un instituto a 1.5 km del taller de Richard, pero esto no era lo que la agobiaba, sino que su hijo fue un Marine y hace un año se había quitado la vida debido a que este sufría de trastornos de estrés post traumático, este dejó solos a dos hijos.
La mujer le dijo a Richard que se sentía sin motivos para vivir, pero este le dio ánimos y le dijo que podía conseguir un amigo en él.
Richard decía comprender a la mujer, pues él también había pasado por momentos duros donde pensaba que no tendría más consuelo, pero pudo seguir con su vida, por ello además quiso hacerle un obsequio a la mujer y le dio un carro para que no tuviese que caminar tanto hasta su trabajo.
Sin duda, la buena acción de Richard fue muy influyente en la vida de esta señora, este es todo un ejemplo a seguir.
