A nivel mundial, estamos atravesando por una situación económica difícil. La economía, no sólo en los países pobres y subdesarrollados.
Está en declive, sino también, la de las grandes potencias, pues los niveles de inflación y la recesión económica, es cada vez mayor, lo que afecta a millones de familias.
Muchas de las cuales han bajado de estrato social, viéndose obligadas a tomar decisiones desesperadas para solventar su condición.
Hay personas, que cuando pasan por escenarios drásticos en materia económica, buscan la salida más fácil y deshonesta, como robar a otros, por ejemplo, mientras que, otras personas se desgastan físicamente al redoblar sus turnos de trabajo.
Hay mujeres que caen en el mundo de la prostitución, y hay quienes venden, sus bienes más preciados para obtener un poco de dinero, que les permita sobrevivir un día, o un mes más.
¿Qué estarías dispuesto a sacrificar por mantener tu economía a flote y ayudar a tu familia? De eso se trata la historia que vas a leer.
Un ángel en la tierra que vale más que el dinero
En ocasiones, cuando nos sentimos abrumados y devastados por la mala racha que tenemos, ponemos en duda la existencia de Dios y la buena voluntad de las personas.
Es en ese instante, cuando menos lo esperamos, que la vida nos muestra que todavía existen personas nobles y de buen corazón, capaces de brindar al prójimo una mano amiga.
Así le ocurrió a una mujer que, desesperada por encontrarse arruinada, toma la decisión de vender un anillo, que para ella representaba más de lo que talvez valía monetariamente, pues era un regalo de su madre.
La mujer va acompañada de sus hijos a una joyería, con la firme intención de vender su anillo. Al entrar, la recibe un chico, al que ella, le expresa su deseo de vender su anillo.
El chico toma el anillo, y le pregunta: ¿Por qué desea venderlo?, a lo que la mujer responde:” para tener dinero para el próximo mes”.
El chico logra apreciar por la actitud de la mujer que en realidad su deseo no era vender el anillo, es entonces, cuando la mujer le cuenta el valor sentimental que tiene la joya para ella.
Pues era un regalo de su madre, y le dice que, ella recibirá la cantidad de dinero que valga el anillo.
En ese momento, el joyero saca una cantidad de dinero y se la entrega, pero, para sorpresa de esta, junto con el dinero, le devuelve su preciado aro y le dice, que se lo devuelve porque es un regalo, y que si luego decide venderlo, regrese que él se lo compra.
La mujer sorprendida le da las gracias efusivamente y sale del lugar con una nueva cara hacia la vida.
Esto acto desinteresado del joyero nos demuestra, que hay ángeles en la tierra, capaces de ayudarnos desinteresadamente.
