Todos sabemos que los asientos en un avión son una lotería, si viajas solo puede sentarse quién sea a tu lado, una persona simpática, conversadora.
Amargada o que simplemente duerma todo el vuelo. Lo cierto es que debemos ser siempre amables con quien esté a nuestro lado y tratar de que el viaje sea lo más placentero posible.
Este no fue el caso de un joven que viajaba de Tokyo a Hong Kong, el cual desde el primer momento despreció a la persona que se sentaría a su lado durante todo el vuelo.
Era una mujer llamada Laura y desde el primer momento fue muy amable y muy atenta pero lo que el joven más le molestaba era que estaba muy pasada de peso.
Inmediatamente el joven se mostró cortante y poco simpático con Laura pero ella ignoró su actitud y siguió conversando con él.
Lo que el joven no sabía es que Laura terminaría por darle una de las lecciones más grandes que aprendería en su vida. Continúa leyendo y conoce esta increíble historia que se dio lugar en un avión.
Lecciones de vida en las alturas
Según el joven esta tuvo que sentarse despacio para poder entrar en el asiento debido a su peso. Colocó su brazo en el posabrazos entre ambos asientos, ocupando todo el espacio.
Amargado, el joven se volteó hacia la ventana para evitar hablar. Laura saludó muy amablemente pero solo recibió un “Hola” de regreso.
Laura toco al joven con la mano y le pregunto de donde era, diciendo que ella nació en Gran Bretaña y preguntó si él era de Japón, el joven respondió antipáticamente que de Malasia, Laura se disculpó y le dijo que si viajarían juntos debían llevarse bien, se dieron la mano velozmente.
Laura sin preocuparse porque su acompañante era muy serio hablo sin parar, ella era maestra e iba a visitar a unos amigos.
Al llegar la comida Laura se aseguró de no molestar a su acompañante por su “peso de elefante” como se refirió a ella misma. Desde ese momento el joven comenzó a ver lo amable y simpática que era Laura, demostrando que era muy inteligente y extrovertida.
Sus palabras eran divertidas e inteligentes, incluso hacía muchas bromas con su peso hasta con la azafata.
Esta dio consejos con respecto al peso a la otra por lo que la joven preguntó si ella nunca se había preocupado por bajar de peso y esta respondió muy despreocupada haciendo bromas al respecto, no le preocupan las enfermedades si ella era feliz.
Laura insistía que si querías ser feliz y sentirte liberado lo lograrías siéntete bien contigo mismo, la vida es mucho más como para preocuparte por eso.
Laura afirma tener muchísima energía y sentirse feliz y delgada por dentro. Dice estar casada y no tener mayores problemas con su esposo. Laura terminó por ser el centro de atención de todo el vuelo y ganándose el cariño de todos.
El joven al instante se dio cuenta que Laura era la más maravillosa mujer había conocido en su vida. Una actitud digna de admirar y de tomar como ejemplo. Nunca juzgues sin saber y trata a todos muy bien cómo te gustaría que te trataran a ti.