En las últimas décadas, los casos de cáncer de colon han ido en aumento, incluso entre personas menores de 50 años. Este tipo de cáncer, aunque silencioso en sus primeras etapas, puede detectarse a tiempo si se reconocen ciertos signos clave. Prestar atención a los cambios que ocurren en tu cuerpo puede marcar la diferencia.
Aquí te presentamos cinco síntomas comunes que podrían estar indicando un problema en el colon o recto y que nunca deberías ignorar.
1. Cambios en la frecuencia o forma de ir al baño
Si notas que tu tránsito intestinal ha cambiado sin razón aparente —por ejemplo, pasas de tener evacuaciones regulares a padecer estreñimiento, diarrea o urgencia constante para ir al baño, y estos síntomas persisten por más de dos semanas—, es importante acudir al médico. También debes estar alerta si sientes que no logras vaciar completamente los intestinos.
2. Sangre en las heces o en el papel higiénico
Ver restos de sangre al evacuar puede parecer algo menor, pero si ocurre repetidamente o si el color es oscuro (tipo alquitrán), puede estar relacionado con una lesión más profunda en el intestino. Aunque también puede deberse a hemorroides, lo ideal es consultar con un especialista para descartar cualquier riesgo mayor.
3. Malestar o dolor abdominal constante
La presencia de dolores, calambres o sensación de pesadez en el abdomen que no desaparecen puede estar asociada a un bloqueo o inflamación causada por un crecimiento anormal en el intestino. Aunque estos síntomas también pueden deberse a trastornos digestivos leves, si son frecuentes o intensos, deben ser revisados.
4. Fatiga persistente o debilidad inexplicable
Cuando el cuerpo pierde sangre de forma interna (como ocurre en algunos casos de cáncer de colon), se produce anemia, lo que se traduce en un cansancio constante, falta de energía o sensación de debilidad, incluso si estás descansando bien o llevando un estilo de vida saludable.
5. Pérdida de peso sin intentarlo
Bajar de peso sin haber hecho cambios en tu alimentación o rutina física podría ser una señal de alerta. En algunos casos, el cáncer altera el metabolismo, reduce el apetito o impide que el cuerpo absorba los nutrientes adecuadamente, lo que lleva a una pérdida de peso progresiva sin causa aparente.
¿Quiénes deben estar más pendientes?
Aunque antes se consideraba una enfermedad de personas mayores, hoy en día afecta también a personas jóvenes. Aquellos con antecedentes familiares, enfermedades intestinales inflamatorias, dietas pobres en fibra, consumo frecuente de alimentos ultraprocesados o sedentarismo, tienen un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad.
Cómo reducir el riesgo y actuar a tiempo
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Consume más fibra, vegetales y cereales integrales
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Evita el exceso de carnes rojas, embutidos y frituras
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Haz ejercicio físico de forma regular
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Limita el alcohol y no fumes
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Realízate estudios de detección como la colonoscopía si tienes más de 45 años o antecedentes familiares
Reflexión final
El cáncer de colon puede no mostrar señales evidentes al inicio, pero tu cuerpo siempre envía avisos. Escuchar esas señales, actuar con rapidez y acudir al médico ante cualquier cambio inusual puede marcar la diferencia entre un diagnóstico temprano y uno tardío.
Invertir tiempo en tu salud hoy puede salvar tu vida mañana.