Conforme va pasando el tiempo debemos lidiar con algo que es inevitable: el envejecimiento.
Sabemos que con este hecho podemos sufrir de un debilitamiento y fragilidad en muchos aspectos de nuestro cuerpo, ya que no producimos la misma cantidad de sustancias que nos mantienen en buen estado.
De este modo, con la edad se comienzan presentar más dolores, se pueden padecer de enfermedades de forma más delicada y nuestro cuerpo se vuelve más frágil de cierta forma.
Sin embargo, esto no es verídico, ya que si mantenemos nuestro cuerpo nutrido y lleno de vitaminas podemos evitar que el impacto de la edad sea tan determinante.
Así bien, además de una buena alimentación, debemos aplicar tratamientos que estimulen el buen funcionamiento del cuerpo y nos mantengan en buena forma, de este modo no habrá problema alguno que nos afecte de forma tan determinante.
Este método natural alivia el dolor de las piernas
Una de las partes del cuerpo que puede sufrir mucho los ataques del envejecimiento son las piernas.
Ya que estas son durante toda nuestra vida nuestro soporte y medio de movilización, por lo tanto el desgaste que sufren tanto a nivel muscular como articulatorio es bastante considerable.
De este modo, podemos comenzar a sufrir dolores recurrentes y problemas en las rodillas. Pero, si utilizamos un tratamiento que fortalezca estas propiedades podemos evitar que esto se vuelva un problema recurrente.
El remedio que te enseñaremos en este caso es el siguiente:
Ingredientes:
- 300 ml de alcohol isopropílico
- 10 pastillas de aspirina molidas
- 100 ml. de yodo
Procedimiento:
Busca un frasco con tapa hermética. Agrega el alcohol y el yodo dentro del recipiente, agita para que ambas sustancias se mezclen.
Luego, muele las aspirinas hasta que se hagan polvo y agrégalas a la mezcla del recipiente, agita nuevamente para que se mezcle todo muy bien y listo.
Utiliza una gasa y mójala en esta mezcla, esto lo debes frotar sobre la zona donde tienes dolor y deja que actúe por quince minutos.
Previo a esto puedes realizar un masaje con movimientos circulares en la zona para que el remedio tenga mayor penetración. Por último, seca la zona con una toalla de papel y repite el procedimiento al día siguiente si es necesario.
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