El pollo es uno de los alimentos más consumidos a nivel mundial. Su sabor y textura lo han convertido en la comida favorita de muchas personas en el mundo.
Siempre se ha pensado que su carne es una de las más saludables que existen ya que no contiene tantos niveles de grasa.
Sin embargo, se ha descubierto que a estos animales se les coloca una gran cantidad de medicinas, químicos y antibióticos para mantenerlos sanos incluso se le agregan hormonas de crecimiento para acelerar el proceso y poder venderlos con mayor rapidez.
Es recomendable que cuando consumamos pollo sepamos que tiene un origen orgánico, ya que así estaremos seguros de que no posee ningún producto tóxico que afecte la salud.
La FDA ha descubierto que el 75% del pollo que se consume posee arsénico y este es una de la principales causas de cáncer.
El arsénico contenido en el pollo es dañino para el organismo
El arsénico es un producto químico que se presenta en dos variedades: orgánicos e inorgánicos y aunque la variedad orgánica es dañina no lo es tanto como la inorgánica.
Se encuentra en algunos aditivos que se le colocan a los pollos para preservarlos y en grandes cantidades es capaz de producir cáncer.
El mayor problema está en que el arsénico orgánico se transforma en inorgánico e inicia el proceso de desarrollo de células cancerígenas. Algunos de los compuestos que lo poseen son:
Estos incluyen 3-Nitro, que se utiliza para aumentar la ganancia de peso, carbarsone, que se utiliza para prevenir la infección, y ácido arsanílico, otro usado para aumentar la ganancia de peso.
Entre los efectos más comunes del arsénico se encuentran: intoxicación casi inmediata luego de su consumo, produce vomito, dolor de estomago, diarrea, calambres y entumecimiento.
Ademas puede causar a largo plazo, lesiones en la piel como cambios en la pigmentación, diabetes y enfermedades cardiovasculares.
El riesgo de salud más grave a a largo plazo es el cáncer. La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) ha clasificado el arsénico como cancerígeno. Los tipos de cáncer que producen son: piel, vejiga y pulmón.
Aunque se han retirado del mercado los productos que lo contienen, aún se usa histostat que lo posee. Hay que tener cuidado con el pollo que consumimos.